El motel del voyeur, de Gay Talase

El motel del voyeur, de Gay Talase, es un libro curioso. El propio origen del libro nos hace ver que estamos ante una obra que se sale de los parámetros normales. 

El autor recibió una carta del propietario de un motel en Denver, el Manor House (hoy derruido), en el que le explicaba que adquirió y acondicionó el establecimiento para poder observar a los huéspedes. Tal como se puede leer en la carta que remitió el propietario, “compré este motel para satisfacer mis tendencias de voyeur y mi irresistible interés por todas las fases de la vida de la gente, tanto social como sexualmente, y para responder a la la antiquísima pregunta de cómo la gente se comporta sexualmente en la intimidad de su dormitorio”. Eso sí, “lo hice tan solo por mi ilimitada curiosidad acerca de la gente, y no únicamente como si fuera un voyeur perturbado”. Toda una curiosa declaración de principios, sin duda, por no emplear otro calificativo. 

Desde luego, se trataba de un objetivo complejo por cuanto que tenía que permitir ver e impedir ser visto. De hecho, no le pillaron nunca, ni siquiera su suegra que vivía en el mismo hotel y ayudaba en la administración del establecimiento. 

Una aventura en la que, además, gozaba de la complicidad de su pareja que tanto le ayudó a la construcción de la galería de observación como le acompañó en alguna de las aventuras de observación. Más aún, su segunda pareja también era partícipe de sus andanzas de espionaje a los huéspedes.

La remisión de la  documentación originariamente no estaba destinada a su publicación sino que sirviera como material para un libro sociológico sobre la vida sexual de los estadounidenses, materia en la que Talase había publicado algunos libros. Y en el que los ponía a disposición como material de investigación.

Pero si lo que busca el lector es un libro erótico en el que el autor o el mirón cuenten experiencias, no es el libro que debe leer. Desde luego que hay alguna narración más o menos detallada, pero no es ni el objeto ni el espíritu del libro.

Por eso he descrito originariamente el libro como curioso. Curioso por cuanto que, en el fondo, Talase, novela las fichas que de forma minuciosa (y patológica) fue generando Gerald Foos -el dueño del motel- sobre cada uno de los ocupantes de las habitaciones y lo que vio en su interior, componiendo un reportaje sobre lo que ocurre en el interior de las habitaciones de un motel de los Estados Unidos. Fichas que incluso dictó a su pareja. Un cuadro, como se puede apreciar, que da pie a un relato perturbador, en ocasiones sórdido y en que en otras resulta muy ilustrativo.

Las fechas son especialmente llamativas del cambio en la sociedad. No sólo es  el momento de la liberación sexual. Por ello, se trata de un reportaje que trasciende lo sexual para adentrarse en las complejas relaciones en el momento de la liberación de la mujer, las consecuencias de la guerra de Vietnam, incluso cómo reaccionar ante algún crimen que se produjo en el motel. Incluso alguna situación totalmente depravada, consecuencia de la mala gestión familiar.

El libro está bien contado y se lee fácil. Y su lectura remite a una sucesión de flashes de la vida cotidiana. Un libro que puede resultar interesante para las tardes de este verano tan caluroso.

Novela

El motel del voyeur

Autor: Gay Talase

Traductor: Damià Alou

Editorial Alfaguara (2017)

Edición Original: 2016

ISBN 9788420426648