“Proyecto Silverview” es la novela póstuma de John Le Carré. Cuando ocurre la circunstancia de l novela póstuma se corre el riesgo de que se trate de un escrito que está en una versión preoublicable, que necesita una nueva revisión o, sencillamente, que es un mero boceto elaborado de libro.

Por ello suelo tener prevención. Las dos obras póstumas de Vázquez Montalbán (Milenio Carvalho I y II) ejemplifican lo que estoy señalando, más allá de que la idea del libro, o incluso algunos de sus fragmentos, sean dignos de la calidad literaria del auto barcelonésr.

En este caso, se nos señala que es un libro terminado hace años y que por el capricho del autor no vio la luz. 

Y realmente se trata de un libro terminado. Bueno, además. Y por eso he señalado que la no publicación anterior sólo puede ser el “capricho” del autor. Y ello a pesar de que el capítulo inicial no case demasiado bien con el resto de la novela. 

La idea que articula el libro, los problemas internos, ya ha salido en otras novelas de Le Carre. El topo posiblemente sea el mejor exponente. Aquí la diferencia es que se trata de una novela tranquila, sin demasiada acción, de un pequeño pueblo en el Reino Unido, donde alrededor de una librería surgen elementos de deslealtad. 

Relaciones difíciles, enfermedades, el ambiente limitado y un tanto obsesivo de una pequeña población y una pequeña librería que permite desarrollar una trama de contraespionaje que no ha sido la base de sus novelas, pero que, sin embargo, se ve en las páginas de este trabajo que lo conocía bien.

Una historia que, pasada la tranquilidad inicial, se acelera en unos capítulos fínales frenéticamente lentos. Y no, no es una contradicción: cuando lea el libro verás, lector, a qué me estoy refiriendo Y es, al mismo tiempo, una novela que recoge la frustración de Le Carré por la evolución del mundo actual, como Yugoslavia y Palestina, que han constituido una de las preocupaciones del Le Carré intelectual. Y el papel del librero y su trayectoria personal refleja las contradicciones del mundo moderno.

Una novela, por tanto, que, superada la prevención inicial, entra dentro de los estándares de calidad que el autor nos tiene acostumbrados. 

Le Carre estará siempre asociado a George Smiley (y éste, a su vez, a la magnífica interpretación de Alex Guiness). Su rol de intelectual crítico, y las novelas en las que plasmó su percepción de que otro mundo es posible sin la criminalidad organizada que ha venido con la globalización, no le impidieron volver a los pequeños personajes delas novelas iniciales. Y, de vez en cuando, a libros diferentes como este.