​Eclipse de Jo Nesbø. Después de una larga espera, Harry Hole ha vuelto. La decimotercera novela de la saga transcurre por senderos conocidos e introduce nuevos elementos que acrecientan su calidad.

Harry Hole vive en Los Angeles apartado del mundo y con la compañía de Jean Beam, su marca de whisky favorita. Por azares de la vida acaba teniendo que proporcionar protección a una artista que tiene una deuda voluminosa con un grupo mafioso mexicano. En ese momento, le plantean el esclarecimiento de un crimen en Oslo, con la finalidad de comprobar que el magnate que está siendo acusado no es el responsable del crimen.Diez días de plazo tiene para resolver el crimen, pues diez días constituye el plazo antes de matar a su artista.

Por tanto, Hole se enfrenta al crimen desde una situación extraña. Tiene que formar un grupo de apoyo (que se reune en una cama de hospital), sin los medios habituales. Es lo que tiene la privatización de la seguridad. Sus dotes y su trayectoria hacen que la interrelación sea mucho mayor.

El crimen tiene todos los elementos para aparecer en los medios de comunicación. Es una joven que aparece con evidentes síntomas de violencia en un parque. Violencia que una vez analizada es especialmente cruel.

​No voy a entrar en si es o no la mejor novela de la saga. En lo que habrá consenso es que es una gran novela, adictiva, que dan ganas de continuar su lectura hasta que se termina.

En esta ocasión, Hole participa en la resolución del caso de otro asesino en serie desde fuera de la policía, como investigador privado. Un papel motivado por la necesidad propia y por el veto de algunos integrantes de la policía.

Si este hecho es nuevo, hay más factores que, a medida que transcurre el libro también cambian en su percepción de la vida. Y aparecen personajes que cambian trascendentalmente su vida. Y rondando todo ello, el recuerdo de Rakel. Una combinación bien interesante.

Esta es una historia que transcurre alrededor de las fiestas, la cocaina, las bacterias, la toxoplasmosis y las babosas. Y la ópera. Que introduce elementos antropofagicos con los que que se aproxima a los snuff movies. Todo ello en una historia compleja, con finales frustrados (esos “errores” de los que habla Hole al final), que reabren la resolución del caso; que es sorprendente.

Incluso el asesino tiene elementos que lo hacen parecer menos culpable: eventos de su juventud no provocados por él, que están en la causa de su actividad criminal.

El libro es también una obra crítica sobre la prensa, sus principios morales y las dificultades que tienen las instituciones para gestionar bien las relaciones. Y cuál es el papel de uno de los cánceres de las organizaciones actuales, públicas y privadas: el chivato y las dificultades para encontrarlo.

Todos estos elementos se aúnan en una novela vibrante, bien montada, con tensión narrativa. En definitiva, Jo Nesbø en estado puro.