Revolución rusa: 6 libros que debieras leer. 1917 fue el año de la revolución rusa. Con la revolución francesa la que más consecuencias ha tenido para la humanidad. Una revolución de verdad. La que participa en el diseño de la ONU; la que fue el actor principal de la derrota de los nazis después de las batallas de Stalingrado y Leningrado; la que es parte activa en los procesos de descolonización; la que crea derechos sociales, luego imitados en las Constituciones europeas; la que fractura Alemania primero y Europa después. La que en su evolución genera el estalinismo y todo lo que ello conlleva, la que acaba con la primavera de Praga y la revuelta húngara. Una revolución, en definitiva que, más allá de la opinión que se tenga sobre ella, merece la pena leer sobre ella.
Hoy traigo 6 recomendaciones de libros que resultan relevantes para entenderla. Como toda selección, es susceptible de ser mejorada
Diez días que estremecieron el mundo, de John Reed
John Reed fue un periodista estadounidense que fue testigo directo de los diez días que condujeron a la toma del Palacio de Invierno en la entonces Petrogrado y al final del Gobierno de Kerensky. La naturaleza esencialmente periodística se muestra en lo que él mismo decía de este libro: “Este libro es un trozo de historia condensado tal como yo la vi. No pretende ser más que un detallado relato de la Revolución de Octubre en que los bolcheviques, al frente de los obreros y soldados, conquistaron el poder del Estado en Rusia y lo entregaron a los soviets.”. Lenin dijo sobre él que “Después de haber leído, con inmenso interés e inalterable atención hasta el fin, el libro de John Reed, “Diez días que estremecieron al mundo”, desde el fondo de mi corazón lo recomiendo a los obreros de todos los países.
La revolución rusa de Lenin a Stalin, de Edward H. Carr
Edward Hallet Carr fue un diplomático e historiador con una amplia trayectoria en el campo de las relaciones internacionales. Educado en Cambridge, escribió una monumental historia de la Rusia Soviética que cubre el periodo entre 1917 y 1929. Asimismo, hizo una breve síntesis sobre el periodo revolucionario, que es la que se recomienda aquí. Marxista, aunque no sometido a los dictados de Moscú, tiene una parte bastante interesante en el análisis de Stalin, que resulta continuador no de la obra de Lenin sino de la Pedro el Grande, con el que compartía su carácter cruel y despiadado. Es también brillante en el análisis de los problemas que tuvieron los bolcheviques cuando llegaron al poder y la necesidad de la NEP una vez obtenida la victoria en la guerra civil.
Del leninismo al Estalinismo, de Ignacio Sotelo
La muerte de Lenin fue un punto de inflexión en el proceso revolucionario. No sólo por la falta del líder carismático que había permitido la toma del poder en noviembre de 1917 sino también porque tenía una concepción del Estado y del poder muy diferente a la que se plasmó con posterioridad en la URSS. De hecho, sin el advenimiento del estalinismo la historia hubiera sido otra muy diferente. Este libro, clásico, de Ignacio Sotelo realiza una disección rigurosa de las diferencias entre uno y otro líderes y, en particular, hace una descripción atinada del proceso que llevó a Stalin a la dirección de la URSS, con la eliminación de todos aquellos que se opusieran a su predominio, con Trotsky a la cabeza.
La revolución rusa, de Leon Trotsky
El personaje más inteligente y dotado para la política de la revolución, junto con Lenin. Esta historia de la revolución rusa contada por uno de sus protagonistas centrales fue escrita durante su periodo destierro en la isla de Prinkipo, mar de Mármara, Turquía. Tiene el grandísimo interés de ser una obra escrita por uno de los protagonistas centrales de la revolución, por su minuciosidad y por las explicaciones tanto sobre la toma del poder como por la deriva que tiene el régimen tras la muerte de Lenin. Explica con cuidado también el proceso que él padeció como consecuencia de la burocratización del régimen, un fenómeno contra el que también lucho Lenin, incluso en su enfermedad.
La venganza de los siervos
Publicado este año, constituye un ensayo sobre el proceso revolucionario que lo configura como el derivado final de una crisis continua que permitió pasar del gobierno zarista al gobierno revolucionario bolchevique sin términos intermedios, ya que el Gobierno de Kerensky después de la revolución de febrero no tuvo tiempo para asentar nuevas estructuras de poder.
La revolución rusa, de Rosa Luxemburgo
Este texto estaba destinado a ser objeto de discusión en la Liga de los Espartaquistas, a la que pertenecía junto con Karl Liebknect. No obstante, pese a su simpatía con el proceso revolucionario, su posición contraria a algunas de las medidas adoptadas por el gobierno bolchevique (especialmente en materia de garantías democráticas) hicieron que se postergara su publicación hasta 1922, cuatro años después de su fusilamiento tras la revolución de Alemania en 1918.