Dentro de la novela negra escandinava, quedaba por traer a las páginas de Global Politics and Law, la islandesa, mucho menos conocida que la de Suecia o Noruega en donde sus autores llenan las librerías de ejemplares. Para ello, traigo el primer volumen de la serie Islandia Negra, “La sombra del miedo”, de Ragnar Jonasson.

Siglufjördur es un pequeño pueblo en el norte de Islandia, aislado del resto de la isla salvo por un túnel, donde nunca pasa nada y donde llega Ari Thor en su primer destino policial, tras una separación un tanto peculiar de su pareja y después de abandonar los estudios de teología. Un policía peculiar. 

Este policía elige Siglufjördur como destino de aprendizaje vital y de miembro de la policía. Un destino aparentemente apacible pero en el que a los pocos días de llegar aparece un cuerpo sin vida pero del que se sospecha que ha sido víctima de un crimen, aunque el primer paso es convencer a los superiores de que el crimen se ha producido y que no nos encontramos ante un accidente que ha terminado con el famoso autor que vive en el pueblo de las rentas desde hace muchos años. Y, al poco tiempo, ocurre otro homicidio. Si bien el primero tiene trascendencia pública, el segundo tiene unos contornos más vinculados a la novela negra clásica. 

Una novela fácil de leer, un tanto alejada de las novelas más duras del género escandinavo y que parece más una novela costumbrista en la que se quiere ofrecer la panorámica general del pueblo que una verdadero ejemplo del género. 

De hecho, las relaciones entre los habitantes del pueblo, los acontecimientos para que el pueblo salga del letargo, los amoríos naïf del protagonista con su amiga la pianista o, incluso, cómo se plantea la vida en el momento en el que el pueblo queda aislado por la nieve constituyen elementos mucho más presentes en el libro que el propio contenido negro. Al mismo tiempo, el contraste que plasma entre las condiciones metereológicias de Reykiavik y de  Siglufjördur tiene su lugar en el libro. 

Por ello, bien se puede pensar que es una novela de presentación de la serie y de sus personajes. En efecto, esta es la primera novela de la serie Islandia Negra. La segunda, que comentaremos próximamente, es mucho más brutal en los hechos, con una trama mucho más compleja y que le sitúa en otro tipo narrativo. Y, por ello, más cercano a los elementos clásicos de la novela escandinava.