La fiesta de elecciones del Balón de Oro constituye un ejemplo del mundo paralelo en que se ha transformado el fútbol. Las discusiones son, de hecho, los típicos problemas de ricos.
Una fiesta, que piensa en patrocinios, contratos publicitarios y en donde lo que acababa pesando más era la importancia del equipo y quién quería este que fuera su elegido. En el caso del Madrid este año su candidato indiscutible es Vinicius jr. Todo ello, frente a ese elemento incomprensible de quién es el mejor jugador de un deporte de equipo.
Pues bien, parece que Vinicius no va a ser balón de oro. Imagino que la pobre Copa América que hizo con Brasil, su temporada irregular, aunque buena, y su carácter temperamental habrán pesado más que el mantenimiento de una línea sin estridencias, pero excelente, como la que tuvo durante la pasada temporada el que parece que va a ser elegido, Rodri, del Manchester City, que concluyó con la Eurocopa para España. Incluso cuando no se ha ganado la Liga de Campeones. De hecho, hay tres criterios para la elección: estado de forma mostrado durante la temporada, títulos colectivos logrados durante el año natural en curso, tanto de clubes como de selecciones. El último factor a tener en cuenta es la imagen pública del jugador. En este último, Vinicius sale mal retratado.
Y por qué no decirlo, hay aspectos extradeportivos: porque el Madrid cansa por su prepotencia.
En el deporte se gana o se pierde. No pasa nada. Incluso cuando se pierde en votaciones en lugar de partidos en el terreno de juego. Cuando no se acepta el resultado y se tiene una pataleta, como la que se ha visto en la tarde de hoy, se hace el ridículo más espantoso. La decisión de no acudir a París solo puede ser la traslación de una pataleta de niño pequeño cuando no le compran el juguete nuevo. Aunque sea de un club como el Real Madrid y de un señor como Florentino Pérez.
Y eso es síntoma de que quien dirige la institución no ha estado a la altura. Y en una institución como el Real Madrid, el nombre es el de Florentino Pérez. No hay otro responsable, teniendo en cuenta el presidencialismo que hay en ella.
No sé, si, como me dice un amigo, hay una campaña contra el Real Madrid. La verdad es que podemos encontrar argumentos, todos ellos derivados de la gestión de Florentino. La Superliga posiblemente sea el mayor; especialmente porque es un paradigma de la avaricia de la burbuja avariciosa del fútbol. Los vídeos semanales para atacar a los árbitros (que se equivocan, como todos, incluidos los jugadores del Madrid que no supieron leer los fuera de juego del sábado) saca bastante de quicio, por mucho asunto Negreira. O la propia querella contra el Barcelona por el mismo asunto de los arbitrajes, innecesario cuando los tribunales ya estaban actuando. Es lo que se llama falta de perspectiva.
Pero que Florentino está perdiendo el punto, se ve con otros elementos de gestión discutible, empezando por la propia parcela futbolística. Sus malas decisiones de no fichar lo necesario (un centrocampista -Zubimendi hubiera estado bien- y un defensa) y de traspasar lo que hubiera debido quedarse en la plantilla (Nico Paz y Rafa Marín) provocaron el 0-4 del sábado. El glamour de la estrella, frente a las necesidades del colectivo, cuando éstas estaban estaban en otros sitios, la defensa y el medio campo.
También la propia gestión de la megalonama renovación del Estado Santiago Bernabéu, hecha para ser un gran polo de espectáculo sin darse cuenta de que había afectados… los vecinos de la zona, Cachis, en una zona urbana encontrarnos con vecinos que quieren descansar y vivir con cierta tranquilidad.
Como tampoco se dieron cuenta, o no se quisieron dar cuenta de que el Derecho urbanístico, por muy dúctil que sea, no se puede doblar tanto como para hacer la ampliación de los aparcamientos… una historia que comparte con el Ayuntamiento de Madrid.
Esta falta de criterio hace ver que la renovación en la presidencia del Real Madrid empieza a ser necesaria. Imagino que, como en el cuento del Rey desnudo, la institución será la última en enterarse, amparado en los éxitos de los últimos años.
El artículo anterior se redactó antes de la ceremonia de entrega de premios. Ahora podemos ver que el Real Madrid tuvo estos premios: Tomen nota: Mejor equipo masculino, Mejor entrenador (Ancelotti), Balón de plata (Vinicius), Balón de bronce (Bellingham), Yashin de bronce (Lunin) y trofeo Muller al mejor goleador (Mbappé). Los que dieron todos estos premios son los que no respetan al Real Madrid. El ridículo es para dimitir.