El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha hecho pública la semana pasada una sentencia en la que estima parcialmente el recurso planteado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), y condena a la Comunidad de Madrid (CM) a pagar a la Complutense 18.073.868,15 euros, más los intereses de demora y los procesales que correspondan.

Se trata de una sentencia de gran importancia para la UCM y por la que los responsables de la universidad nos sentimos moderadamente satis- fechos. Hay razones para ello: de entrada, porque permitirá a la UCM recuperar unas cantidades adelantadas en 2008 y justificadas en función de los compromisos asumidos por la CM. En segundo lugar, por su proyección futura, dado que el recurso resuelto es el primero de una sucesión de ellos presentados por los incumplimientos que entendemos ha tenido la Comunidad de Madrid con la UCM, y hay partidas que permanecen en todos ellos. Y tercero: porque da la razón al rector Carlos Berzosa en su reclamación ante los incumplimiento de la CM con la UCM y que la sentencia expresamente reconoce

No obstante, con las elecciones para rector convocadas para el próximo 6 de abril, será otro quien aplique lo conseguido a las necesidad com- plutenses.

Sin embargo, no estamos totalmente satisfe- chos con el resultado, creemos que hay base jurídica y, por ello, la UCM recurrirá la parte no re- conocida en la demanda. Afecta a los incremen- tos de pagas extraordinarias derivados de la nor- mativa estatal que entendemos motiva un au- mento en la nómina, como está recogido en el Convenio. Será el Tribunal Supremo el que se pronuncie.

Pero incluso en esta parte negativa para la UCM la sentencia tiene una segunda lectura que ha de tenerse en cuenta: sirve para quitar validez a los argumentos que atribuyen a la mala gestión Gon de la universidad la razón de que sufra tensiones financieras, que no deuda. No es un problema de  la actuación del Consejo de Dirección de la universidad, sino que se constata que no hay una financiación suficiente por parte de la Comunidad de Madrid, que no asume todas las partidas del
sueldo del personal. De hecho, Carlos Berzosa se encontró en junio de 2003 con una deuda de11.000 millones de pesetas (65,5 millones de euros), generada por el anterior rector, y quien gane las elecciones se encontrará una universidad sin deudas financieras con los bancos.

Si se ha de prestar con un alto nivel de calidad el Elv servicio público universitario y no hay financiación de suficiente la ecuación será irresoluble. Por ello, se- rrió ría conveniente que la Comunidad dejase de ver a en la UCM, y a las restantes universidades públicas, los como una carga y las considerase como un activo. pen

Las universidades son los máximos creadores dad de ciencia en la Comunidad, forman a los secto- soli res productivos, atraen inversiones de todo tipo, nue y tienen un prestigio social difícilmente supera- las ble en la actualidad. Son todas estas razones pa- me ra que haya un buen maridaje y deberían influir M para conseguir acuerdos que no han sido posibles que en los últimos años.

Este artículo fue publicado en EL MUNDO el 3 de marzo de 2011